La semana pasada os explicaba qué es un estilista y cuál es su labor. Pero muchas veces, confundimos esta profesión con la de asesor de imagen y la de personal shopper.
Digamos que la labor del asesor de imagen con el cliente es mucho más global y continua en el tiempo que la del estilista.
El asesor de imagen analiza al cliente, desde la imagen hasta las dotes comunicativas, y el contexto en el que se desenvuelve.
Una vez obtenidos los resultados del análisis, desarrolla una estrategia para destacar los puntos fuertes de la persona y disimular los débiles. El objetivo es que el cliente tenga una presencia correcta ante el público al que se dirige.
El asesor de imagen debe tener conocimientos de moda, estética pero, además, de comunicación y protocolo.
Son los políticos y otros personajes de la esfera pública quienes requieren los servicios de un asesor de imagen.
En el caso de los políticos, el asesor de imagen, por ejemplo, prepara a futuros candidatos que tienen previsto presentarse a elecciones. Modifican su peinado, su maquillaje y su forma de vestir en función de distintas asesoría de color y morfológicas.
Además, les enseñan protocolo para saber actuar en todas las situaciones en la que pueden estar inmersos, oratoria para enfrentarse a discursos y debates, y comunicación no verbal para controlar gestos, tics, posturas que pueden estar transmitiendo lo contrario de lo que se está diciendo a través de las palabras.
Ahora que se acercan distintas elecciones, podemos ver cómo muchos políticos tienen los mismos gestos y se explican igual en sus mítines. O que suelen vestir de colores neutros (sobre todo el azul) en debates televisados. No es casualidad. todo esto es fruto de una labor previa de los asesores de imagen.
Al estar muy enfocado en el mundo político, la mayor parte de los asesores de imagen están en plantilla de los partidos y suelen ser de confianza de los políticos.
Pero, más allá de los políticos, cada vez más mandos medios y directivos de empresas solicitan los servicios de un profesional de este tipo para ofrecer una buena imagen en sus trabajos y mejorar su carrera profesional. Precisamente, en muchas ocasiones, un currículum excelente es eclipsado por unas pésimas dotes comunicativas o una imagen desastrosa. ¿Quién no contrataría en ese caso un asesor de imagen? 🙂
Con la labor de este profesional finalizo la serie de «Quién es quién en el mundo de la moda». Y ahora os preguntaréis ¿y el personal shopper? ¿entonces qué es? Aquí tenéis la respuesta.