Si en nuestro anterior post veíamos cómo vestir para la última noche del Año, hoy os cuento algunos consejos de protocolo para organizar y disfrutar la cena de Nochevieja.
De igual manera que nosotros preparamos nuestro vestuario, también tenemos que «vestir» la mesa de Fin de Año. En esta ocasión, elegiremos una decoración más moderna que la de la cena de Nochebuena, que tiene un carácter más tradicional y ceremonioso.
En función del número de comensales que seamos, elegiremos el tamaño de la mesa y las sillas, teniendo en cuenta que debemos estar cómodos tanto en espacio como a la hora de salir de ella.
Para su decoración, elegiremos un mantel de una pieza. Podemos permitirnos la licencia de elegir un color o estampado más atrevido que durante el resto del año. Pero no debemos olvidar que las servilletas también irán también a juego. Elegiremos una vajilla, cubertería y cristalería que no utilicemos durante el resto del año. De esta manera, daremos solemnidad a la cena y remarcaremos su carácter festivo.
Os recuerdo que la vajilla estará compuesta por el bajoplato que, además de adorno, servirá de base para el resto de platos; plato llano y, encima, plato hondo.
El uso de los cubiertos marcará su orden de fuera hacia dentro, es decir, los primeros que utilizaremos serán los que estén más hacia el exterior y, según vayamos avanzando en el menú, iremos seleccionando los que tengamos en ese orden. Los tenedores siempre van a la izquierda y los cuchillos y cucharas a la derecha. Cuidado porque los cubiertos de postre se situarán encima de los platos, colocados de forma perpendicular.
En cuanto a la cristalería, frente al plato colocaremos primero la copa de agua, que es más grande, seguida de la de vino tinto, la de vino blanco y, por último, la copa de cava o champagne.
Cuidado con los adornos navideños sobre la mesa. En ocasiones, está tan sobrecargada que nos impide hablar con el resto de los comensales o estorba con el resto de los elementos que están sobre la mesa. Unos candelabros o un pequeño centro navideño serán suficientes para vestir nuestra mesa para la noche de Fin de Año.
Por último, si somos supersticiosos, no podíamos olvidarnos del toque rojo. Podemos elegir este color como hilo conductor de la decoración de la mesa para atraer la suerte en el nuevo año.
*Fotos Westwing. Home & Living
