Llega la época de Primeras Comuniones y son muchas las consultas que me realizan sobre cuál es el mejor look para llevar como invitada, si hay algún color prohibido o si los complementos pueden asemejarse a los que podemos llevar en un look de boda.
En primer lugar, no debemos olvidar que una Primera Comunión es un acto religioso. Por lo tanto, nuestro look debe tener cierto recato. Cuidado con los escotes excesivos y las faldas demasiado cortas. En el primero de los casos, podemos cubrirnos los hombros con un chal o foulard durante la ceremonia en la Iglesia. En el segundo caso, es mejor evitar las minifaldas directamente.
También debemos tener en cuenta que una Primera Comunión es un acto muy familiar, mucho más incluso que una boda. Por lo tanto, debemos apostar por la discreción. No recomiendo nunca sombreros y tocados, aunque seamos las madres de los niños protagonistas. Tampoco llevaría nunca telas demasiado lujosas y pesadas ni detalles como las lentejuelas o paillettes.
Una Primera Comunión se suele celebrar por el día, por lo que evitaremos también vestidos largos y apostaremos por los trajes sastre o los vestidos cóctel.
En cuanto a los colores, en una Primera Comunión no existe una restricción tan radical como en las bodas, en las que no se aconseja vestir de blanco o negro. Pero sí es cierto que solemos asociar el negro al luto por lo que siempre recomiendo apostar por los colores pasteles o neutros. Aprovechemos que las Primeras Comuniones se suelen celebrar en primavera para vestirnos de los colores con los que renace la Naturaleza.
Mis apuestas para vestir en una Primera Comunión
Como os contaba, para asistir a una Primera Comunión elegiría un traje sastre asegurándome que la blazer queda perfecta o un vestido cóctel de colores alegres.
No hay problema en apostar por los estampados (siempre que no sean demasiado cantosos) y podemos perfectamente vestir con pantalón.
Aquí os dejo algunas ideas. ¡Espero que os gusten!