Cuando tenemos programada una entrevista laboral, es conveniente recordar algunos tips que nos ayudarán a generar una buena impresión en nuestro interlocutor y conseguir nuestros objetivos:
1. Vestuario: siempre debemos acudir vestidos de una manera acorde a la empresa y el trabajo por el que vamos a ser entrevistados. Es decir, si el puesto es comercial en una entidad bancaria, deberemos acudir a la entrevista con traje o, en el caso de las mujeres, con pantalón sastre/falda y camisa, por ejemplo.
Si, en cambio, optamos a un puesto de peluquera, la manera en la que llevemos el cabello, el tipo de corte, color, etc. dirá mucho de nuestra creatividad.
Eso sí, el vestuario no debe estar reñido con la comodidad. Si es la primera vez que llevaríamos tacón, quizá es mejor llevar un zapato bajo tipo oxford o unas bailarinas. La impresión de entrar en una sala tambaleándonos sin poder andar con los zapatos, puede eclipsar nuestro currículum.
O si es la primera vez que nos ponemos traje y corbata, quizá es mejor practicar antes en casa, hacer el nudo de la corbata varias veces antes del día clave.
Recordad que nosotros llevamos la ropa, nunca la ropa nos debe llevar a nosotros.
2. Contexto: es conveniente conocer la empresa, a qué se dedica, cuáles son sus productos y servicios, su filosofía, etc. No es necesario conocer al dedillo las cifras de negocio pero, cuando nos pregunten si conocemos la compañía, por lo menos debemos tener una ligera idea de adónde hemos ido y para qué. En este caso, las páginas webs corporativas son grandes aliadas.
3. Puntualidad: cuando consultemos la página web de la empresa con que vamos a hacer una entrevista, de paso, debemos mirar dónde está y cómo llegar. En las grandes ciudades, el tráfico es infernal pero es mejor no utilizar esta excusa, que ya está muy vista.
Además, contad con que nos pueden surgir imprevistos de todo tipo así que es mejor llegar con tiempo y tomar un café previo o repasar las notas que causar retraso, aparecer nervioso y empezar con mal pie la entrevista.
4. Relax: la entrevista es una primera toma de contacto, y es cierto que muchas veces los criterios de selección dependen de muchos factores que no siempre son objetivos. Recordad que solo es una entrevista, una reunión como las muchas que tenemos a lo largo de nuestra vida.
Los empleadores no quieren a gente perfecta. Solo quieren a gente que pueda realizar las tareas que solicitan. Si la entrevista deriva en preguntas agresivas o tensas, no nos dejemos llevar por el nerviosismo.
En ocasiones, las entrevistas contienen preguntas trampa o intentan poner al límite al candidato para medir su capacidad de responder bajo presión. Una buena sonrisa y educación es la mejor contestación a cualquier provocación.
5. Tú también puedes elegir: muchas veces, vamos a las entrevistas con la idea de que son ellos quienes eligen mientras que los candidatos son sujetos pasivos, solo esperan a ser o no llamados. Cambiar ese chip por «para llegar a un buen fin, debe haber acuerdo por ambas partes» nos da mucha seguridad.
No solo las empresas eligen candidatos. Si la primera impresión no es buena, si la entrevista no ha sido todo los satisfactoria que esperabais, o si hay algo que no os convence, probablemente, ese trabajo no es para vosotros.
Espero que estos pequeños consejos os resulten útiles. Os envío toda la energía del mundo para que consigáis vuestros propósitos.