Cómo vestir con la moda más favorecedora después de los 50 años

Teóricamente, la ropa no tiene edad, por lo que no habría un cambio radical en la forma de vestir y la moda a partir de los 50 años. Y uno debe elegir la ropa con la que se vea más atractivo ante el espejo. También es cierto que existen distintos estilos, distintas formas de vida y distintos presupuestos.

Pero sí es cierto que hay unos determinados patrones de vestuario que nos favorecen mucho más según vamos cumpliendo años. Fisiológicamente, los cuerpos cambian. También la edad nos aporta madurez y no solemos guiarnos tanto por las tendencias porque ya tenemos unos gustos más definidos.

Estos son los consejos que os damos desde Personalitia para encontrar la moda más favorecedora a partir de los 50 años:

  • Elige colores neutros, blanco, negro, beige, azul, como base del look. En este caso, elegiremos estos colores por ejemplo en un pantalón para combinar la parte de arriba con una prenda de un color más vivo o un estampado discreto (liberty, rayas, etc.). En nuestro caso, siempre recomendamos evitar los estampados grandes y estridentes (por ejemplo, el animal print) porque, según vayamos cumpliendo años, resultarán menos elegantes.
  • Apuesta por los complementos. Al seguir una línea de looks más neutra, podemos elegir unos pendientes con color, unos collares largos que estilizan la figura, un pañuelo en la solapa para los hombres o un cinturón que nos ayude a equilibrar la figura.
  • Combina prendas más ajustadas con ropa más holgada. Este, en realidad, es un consejo que podemos aplicar a todas las edades pero, a partir de los 50 años es más evidente. No es necesario vestir con ropa ancha, que ampliaría el volumen de nuestro cuerpo. Pero si optamos, por ejemplo, por un pantalón slim, la parte de arriba puede ser una blusa más suelta.
  • Los largos de las faldas han dado que hablar mucho este verano. Para siempre andar sobre seguro, recomendamos aplicar el protocolo, que nunca suele fallar: los largos de las faldas más elegantes son dos centímetros por encima de la rodilla o dos centímetros por debajo. Este último largo nos favorecerá más si nuestras piernas son más gruesas.