¿Te has preguntado alguna vez por qué no asciendes? Las mujeres nos enfrentamos a una serie de factores externos que dificultan nuestro progreso profesional. Pero también, por cuestiones culturales o educacionales, solemos ponernos ‘piedras en el camino’. Estas son las principales causas por las cuáles deberías trabajar ya en tu imagen profesional.
Tanto si estás cerca de los 40 años como si los has superado, habrás oído hablar de la famosa “crisis de los 40”, un momento vital en el que miras hacia atrás y analizas lo que has conseguido. Respecto a las expectativas personales y sociales, a veces no se ven cumplidas. Existen evidencias científicas que avalan el hecho de que, a esta edad, solemos vivir un punto de inflexión que supone, en muchos casos, un “bajón psicológico”.
El ámbito profesional es una de las parcelas que se evalúan en esta retrospectiva, pero también si se han alcanzado objetivos económicos como la compra de una vivienda propia o personales (matrimonio, hijos, etc.). Pocas personas escapan a estos estereotipos, lo que suele provocar cierta infelicidad y frustración.
Si nos centramos en el ámbito profesional, a partir de los 40 años es cuando una persona valora si realmente ha llegado al punto más alto de su carrera. Tiene la suficiente experiencia para ser considerado un perfil senior, pero también cuenta con energía e ilusión para aprender cosas nuevas.
En el caso de las mujeres, los 40 también son los años de la maternidad y la conciliación. Aunque se ha avanzado mucho en los últimos tiempos, este peso sigue cayendo mayoritariamente en la mujer. Los periodos de ausencia durante las excedencias o reducciones de jornada impactan de forma de forma importante en el desarrollo profesional femenino.
Si a esto le sumamos que la mayor parte de los puestos directivos están ocupados por hombres, y se suele buscar perfiles afines para seguir ocupando vacantes similares, la mujer llega a los 40 años con ambición de seguir progresando es su carrera profesional pero con muchas barreras para conseguirlo.
Desde PersonalitIA, hemos preparado una guía que te permiten analizar cuál es tu objetivo profesional, cuáles son las amenazas del entorno, cómo puedes mejorar tus debilidades y sacar partido tanto de tus fortalezas como de las oportunidades que se te brindan.
¿Te sientes identificada con alguna de estas afirmaciones?
- “Visto igual que cuando iba a la universidad porque es mi estilo”
- “No sigo el dress code de la empresa porque no me siento cómoda”
- “Desde el primer momento me llamaron la niña por ser la más joven de la oficina y ahora todos me conocen así”
- “Digo a todo que sí para que mis jefes piensen que soy una buena profesional”
- “Delego en mi equipo pero, al final, termino rehaciéndolo todo yo”
- “En la mayoría de las reuniones no abro la boca”
- “Por el solo hecho de ser mujer, no me toman en serio”
- “Soy muy transparente, para lo bueno y para lo malo”
- “Mi casa es pequeña, por lo que termino haciendo las reuniones de Zoom en la cocina”
- “Si estoy trabajando en casa ¿para qué me voy a vestir como si fuera a la oficina?”
- “Me siento más segura en las reuniones online que en las presenciales”
En nuestra guía, encontraras solución para todas estas afirmaciones. Te avanzamos que es posible que haya determinados detalles que pueden estar jugando en tu contra. Y está en tu mano cambiar la percepción que tienen sobre ti en la compañía.